lunes, 6 de febrero de 2012

Artículo

El Estado ha salido más fuerte tras cada revolución. Yo propongo un cambio en el marxismo: abolir el Estado liberal, o sea, ser más liberal que los liberales. Para conseguir esto los ejércitos y las fuerzas de seguridad del Estado deben desaparecer. Todo ello aboliendo la propiedad privada de los medios de producción. El modo de producción sería la propiedad individual del trabajo. Para ello es necesario darse cuenta de la escisión de un trabajador: por un lado la fuerza de trabajo que está alquilada por el empresario y otra parte que se denomina persona.


Todo esto ocurre porque la fuerza de trabajo se ha convertido en una mercancía. Una mercancía muy especial, ya que siempre está lista para producir, a diferencia de una botella de aceite, que se gasta y no se regenera. Es decir, es una mercancía que cuando se usa produce la producción, productos. En cambio, un producto se acaba y no puede reproducirse. En la base de la producción está la mercancía fuerza de trabajo.

Con el fetichismo de la mercancía surge la ilusión de la circulación de los productos. Se produce una escisión en el hombre y en los objetos, que es la neurosis. Mientras el método esquizoide une los contrarios. Y se forma un tercero fuera de la estructura de producción.

La estructura de la producción está formada por empresarios y obreros y surge la lucha de clases, que descubren que son interdependientes. Hay una tercera vía: la clase científica, que actualmente no han adquirido conciencia de clase todavía.

Para eso hace falta una unión de los científicos con los trabajadores manuales.

Por otra parte, hay que superar la organización en Estados-nación para saber quien habla en nombre de la Tierra.

Mi versión de la teoría de Karl Marx es la tecnológica, es decir, que son las revoluciones tecnológicas las que desarrollan la producción. Es una evolución interestructural . La lucha de clases es un efecto estructural que no avanza si no que se eterniza con los sindicatos de trabajadores por un lado y por el otro las organizaciones de empresarios.

Las revoluciones tecnológicas expresan el desarrollo de las fuerzas productivas; de ahí el dicho que expresa “ el molino de viento es al feudalismo como la fábrica lo es al capitalismo “. Y la clase que representa dicho desarrollo no es de la estructura económica, sino fuera de las relaciones de producción capitalistas. Para mí el candidato es el colectivo científico cuando adquieran la conciencia de clase. Ahí se ve el control que ejerce el Estado adjuntando las fuerzas de seguridad a los científicos. De ahí la frase de Nietzsche: “lo difícil que es forjar una sociedad de pensadores”.

La fuerza de trabajo es un término para referirnos a la materia viviente. Los esquizos se producen como los coches Ford, es decir, como cualquier mercancía. Se producen según el modo de producción dominante. Por otro lado la dominancia científica lo que hace es abolir el poder. Traen la emancipación de toda la humanidad.

El colapso del capitalismo.


La metodología de una cierta materia avanza con la libre experimentación científica. Vamos a ver las consecuencias de la aplicación del método esquizoanalítico, que es la visión del mundo por los esquizos, al modo de producción capitalista. Esta visión obvia la lucha de clases y se centra en las contradicciones internas del capitalismo. El esquizoanálisis es adialèctico dentro del materialismo histórico. Todo es un proceso histórico: el ADN, etc.

Todos los demás son neuróticos-homo normalis.

El esquizoanálisis consiste en saber lo que pasa en el centro, en la semiperiferia y en la periferia del modo de producción capitalista, que se expande como el Big Bang. Es un modelo de conocimiento.

En el centro ocurre una situación muy compleja: por un lado ya no hay plusvalía, ya no hay rentabilidad de la empresa. La inversión de capital está en los equipos que funcionan con energías tradicionales como el petróleo, la electricidad, la electrónica y la nuclear.

Esto ocurre porque el Capital está amortizado en equipos obsoletos. La amortización es el período comprendido entre la compra de la máquina y el momento en que los productos del ingenio dejan de valer por debajo del valor de compra. La energía productiva y democrática es el hidrógeno líquido o fusión nuclear, que no tiene residuos radiactivos. Pero no hay dinero para invertir en esta revolucionaria energía. Lo que se produce es un desarrollo de las fuerzas intensivas que suponen un cambio en las relaciones de producción.

Esto sería la plusvalía relativa, que es el aumento de la producción en menos tiempo. De ello se encarga la ciencia y la tecnología. Estamos en una fase de transición con motivo del desarrollo matemático de la década de los 80. En cosmología se han descubierto los 35 primeros segundos después del Big Bang

Debe cambiar la ciencia para producir otro tipo de tecnología que esté al servicio de la Humanidad y no de la codicia del Capital.

En la semiperiferia explotan al Tercer Mundo, pero son explotados por los Estados Unidos.

La solución para el centro es un ataque contra el Tercer Mundo bajando los salarios e incrementando la intensidad del trabajo. Pero de esta manera no hay consumidores y el sistema capitalista se bloquea. Entonces debe pasar a conceder reformas liberales en la periferia. Así el consumo llega a la clase media de esos países.

El mundo está entre la plusvalía relativa y la plusvalía absoluta. En esos países sí que juega un papel la lucha de clases, repitiendo lo que pasó en Europa y Norteamérica a su tiempo. Y Japón, que nos lo estamos dejando.

CARLOS SANTOS