El día 4 de febrero, acompañado por mi amigo Óscar, que sabía el sitio, fui a la sala multiusos de la calle Calderería, donde tenía lugar la charla de Podemos. Óscar se fue porque no le gustaba la política.
En cuanto al ambiente puedo afirmar que estaba la sala a rebosar. Eran amigos militantes de Podemos, que en Navarra, siempre única, se va a llamar Navarra sí puede. Intervinieron los candidatos con sus respectivas proposiciones electorales.
Después se inició el turno de preguntas. El tema del feminismo fue el que levantó más polémica: una mujer del público reprochó que hasta entonces sólo se había utilizado el genérico masculino y que no se sentía representada. Los candidatos respondieron y comentaron la ausencia de mujeres en el Gobierno de Siryza en Grecia, lamentándolo.
El tema del pacto con EH Bildu, que lo sacó uno del público, dividió a los candidatos; unos eran partidarios y otros no. Se comentó que el pacto con EH Bildu no se entendería en España, ya que el conflicto vasco se ve de otra manera. Y llegó mi intervención, en la cual dije que lo que me interesaba era el cambio en las relaciones de producción, la estructura económica de la producción. En la cual planteaba la socialización de la producción. Todo lo que tiene la burguesía se lo quitó a la Nobleza y a la Iglesia, lo tomó prestado y es hora de que lo devuelva al pueblo trabajador, ya que la misión de la burguesía, que era desarrollar las fuerzas productivas, ya se ha realizado. Como Podemos viene de los altercados con la policía de marzo de 2015, pidiendo democracia real, yo le voy a dar un contenido: Democracia del Trabajo. La democracia llega hasta el puesto de trabajo: sin jerarquías, autoridad, ni obediencia debida. Por último comenté la sustitución de la sociedad edípica de todos contra todos o uno contra todos, por la sociedad convivial, dedicada a la convivencia pacífica. Terminé recomendando otro tipo de sociedad.
Los candidatos me respondieron cada uno a su manera, pero un poco radicalizados ante mi diatriba. Uno dijo que lo máximo que van a hacer es obligar a los empresarios a guardar un remanente para la creación de empleo. Dicho candidato dijo que no me refería a la pequeña y mediana empresa, pero yo le reafirmé que sí, que también serían expropiados. El concepto de explotación económica tiene un carácter cualitativo, no cuantitativo. No depende del dinero que se tiene, sino de la compra de fuerza de trabajo ajena. Me dijo este candidato que apoyarían a las cooperativas y a los científicos, evitando que se fueran de Navarra. Otro candidato me dijo que no había que radicalizarse; que los experimentos con la socialización de la producción eran inviables.
La política de Podemos es proteger y aumentar el sector público, pero la estatalización de la producción ya está desprestigiada y superada desde la caída de la Unión Soviética.
El debate terminó y yo, ni corto ni perezoso, como me hablo con desconocidos, cuando fuimos al baño le dije al que tenía al lado que Podemos era más de lo mismo; a trabajar los mismos. Pero él no me contestó: era un militante de Podemos. De todas maneras me sirvió de experiencia, como cuando estuve en las asambleas de Herri Batasuna cuando era más joven. Me metí en el Comité local de HB, en el área de juventud.
En esos momentos Tudela tenía Gaztetxe. Pero en el comité se estaba debatiendo lo de Itoiz, y yo no resolvía mis problemas como estudiante. Así que la liberada de HB me invitó a dejar el puesto y que me dedicara a estudiar, que era lo mío. Y eso es lo que hago: escribo artículos para la revista del Centro, leo Conferencias y hago logaritmos. Y siempre leo cosas nuevas y releo viejas.
Me dijo la liberada de HB que yo no valía para político, que lo dejara y que me dedicara a estudiar. De todas maneras no lo veo como un perjuicio, sino como la demostración de que trabajando es como se hace la Revolución, no militando en política. Eso es la Democracia del Trabajo. Mi política coincide con el trabajo: acabar con la explotación económica del hombre por el hombre. Por lo que es un auténtico humanismo.
Como conclusión de mi encuentro con Podemos me quedo con la risa de una candidata durante mi intervención, que significaba que estaba gratamente sorprendida. Desde mi intuición esquizofrénica, deduzco que Podemos es una formación política de gente nueva, con cultura, que quiere sacar tajada del Estado, como Mayo del 68. Es la irrupción de una clase ascendente con mucha radicalidad verbal, pequeño burguesa, pero como hemos visto no en la práctica. Es más, que los pequeños empresarios, ante la pérdida de sus negocios, lo que les asusta es la proletarización, su explotación por otros. Y son votantes de la Derecha, como el apoyo que dieron las clases medias a la ascensión del Partido Nazi, refrendado por las urnas.
Un candidato me respondió muy sinceramente que el margen que dejan los poderes económicos en un país al poder político es limitado. Los compromisos cerrados con otros países hacen imposible una sociedad comunista, como continuó diciendo el tercer candidato. Fue tildada mi propuesta de socializar el tejido económico, de radicalismo.
Para ver el video https://www.youtube.com/watch?v=GQD4WNTv6UE
1h23m20s mi intervención.