La fecha más emblemática de cada uno tiene que tener su reflejo en común de todos los residentes de los diferentes pabellones, cada uno a su manera, siguiendo la tradición del pabellón.
En el pabellón Miravalles lo celebran entregando un pastel al cumpleañero en el postre de la comida. Hay una compañera que sabe tocar la guitarra y anima el pabellón tocando el cumpleaños feliz entre otras canciones. La celebración es individual en la onomástica.
Los compañeros de Bideberri tenemos una celebración más en común. Todos los cumpleaños que coinciden en el mismo mes se conmemoran un día de la última semana de ese mes. Aquí la manera la tenemos en forma de chocolate con churros, teniendo la opción de chistorrada si es el deseo de la mayoría que cumplen años, pero suelen preferir chocolate con churros y eso se ha convertido en la tradición. A lo largo del día y en cada una de las comidas se canta el Zorionak.
Por último, en Xabier, envían desde cocina un pastelito con una vela para el que cumple los años.
Desde la revista nos sentimos complacientes de todos los que celebran sus cumpleaños. ¡Que los cumplan muchas veces y que todos los veamos!
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